Sistema anticorrupción entrampado
El pasado miércoles por la madrugada, en la Cámara de Senadores fueron aprobadas dos de las siete leyes de las que consta el sistema anti corrupción. La ley general anti corrupción fue aprobada con 116 votos a favor y cuatro en contra. Sin embargo en las dos leyes secundarias aprobadas, se dividió la votación de 59 contra 52 en virtud de que dejaron fuera algunas de las consideraciones del documento original, firmado por 634,000 personas representadas por organizaciones ciudadanas.
Es impresionante la resistencia que han demostrado los legisladores para que la transparencia y la impunidad sean abatidas, pues ya vieron que los resultados del 5 de junio no fueron otra cosa que un rechazo a esas desviaciones, aún así dejaron fuera de estas leyes el soborno; no se toca al presidente de la república, no se sancionan los conflictos de intereses y otros temas, el más rechazado es la publicación de la declaración de impuestos y la patrimonial, aduciendo razones de seguridad. Por lo que con esto se está reconociendo que la delincuencia es algo desbordado en él país y que ni ellos confían en que será combatida, para que todos los mexicanos tengamos seguridad.
La ley 3 de 3, con todo y sus modificaciones al texto original que les fue propuesto por la ciudadanía, reconoce tácitamente que la creación, primero en 1983, de la Secretaría de la Contraloría General de la Federación, y que luego mutó en 1994 a Secretaría de la Contraloría y Desarrollo Administrativo, y en 2003 a Secretaría de la Función Pública, y que a principios de este sexenio la dejaron sin titular casi por dos años hasta que nombraron al actual secretario Virgilio Andrade. Sin embargo estos esfuerzos nos hacen ver que ha sido inoperante, se llame como se llame, lo cual demuestra que no es con mas leyes, con lo que se superará la corrupción y la impunidad, sino simple y sencillamente con el cumplimiento de las mismas.
Con estas leyes se han creado dos nuevas estructuras burocráticas: Un Comité Coordinador, el cual estará presidido por ciudadanos de manera rotativa, con una duración de un año en la encomienda. Otro será un comité de participación ciudadana, compuesto por cinco ciudadanos, los cuales durarán en su cargo cinco años y ganarán honorarios. Estos cinco ciudadanos serán elegidos por un comité seleccionador que estará formado por nueve personas, que serán designados por el senado, en consulta con instituciones académicas y especializadas, esperando que con este sistema ya no sean elegidos por reparto entre las fracciones parlamentarias y con intereses partidistas.
Debemos de ver que apenas fueron dos de las siete leyes, de las que consta el sistema anti corrupción, y fueron aprobadas como con calzador; ¡Qué lástima! No es posible que se esté mandando este mensaje a la sociedad, un mensaje que indica que se quiere evitar ¡a toda costa!, el tener herramientas que realmente castiguen a quienes han hecho tanto daño a el país. Si bien es cierto que este sistema será obligatorio para los tres niveles de gobierno: federal, estatal y municipal, incluyendo al legislativo también, es cierto que lo que se ha aprobado no es lo que se les pidió en la iniciativa ciudadana.
Veremos en qué condiciones son aprobadas, y sus alcances, de las cinco leyes que faltan. Estaremos pendientes para ver que hacen en la Cámara de Diputados con esta iniciativa, si la mejoran o terminan por quitarle los dientes.